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  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:19 el 13 February, 2020 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: demografía, futuro, healthy loneliness, redes sociales personales, soledad   

    Más viejos, más pobres, más solos 

    Conocer el futuro ha sido siempre uno de los anhelos del ser humano. Magos, astrólogos y futurólogos de todo tipo pueblan las páginas de historia.
    Hoy en día, sin embargo, no hace falta tener una bola mágica para aproximarnos a lo que ocurrirá en los próximos años. Los datos y la labor de los prospectivistas (o futuristas, que suena bastante mejor) nos permiten tener una visión bastante fiel y, en el corto plazo, con poco margen de error. Por supuesto hablamos de tendencias que excluyen cambios bruscos e impredecibles.
    De esta forma, saber que para las próximas décadas se avecinan importantes cambios sociales, no supone una afirmación arriesgada, y que gran parte de esos cambios tendrán sus raíces ancladas en la demografía tampoco parece un secreto.
    Lo que resulta sorprendente es que no seamos capaces, como sociedad, de abordar estas previsiones y ponernos manos a la obra para amortiguar sus efectos. Porque los cambios van a ser bastante bruscos en términos demográficos, bruscos en cuanto a su velocidad, y bruscos en cuanto a sus repercusiones en nuestro modo de vida y modelo social Pero vayamos primero con los datos

    Una ensalada de datos y proyecciones
    La “Encuesta continua de hogares” del Instituto nacional de Estadística nos ofrece series de datos desde el año 2013. Los últimos son del 2017 y dejan a la vista un panorama y una tendencia clara que, a corto plazo, ya resulta demoledora.
    Uno de cada 10 españoles vive solo, pero casi la mitad de ellos (el 41,8%) tiene 65 o más años y de éstos, 7 de cada 10 son mujeres.
    También el INE a junio de 2019, muestra que más del 9% de la población española tiene más de 65 años., con una esperanza de vida de 19 años para los hombres y 23 para las mujeres. Las prospecciones indican que esta esperanza de vida crecerá en el 2066 hasta los 23 años en hombres y 27 en mujeres.
    La tasa de dependencia en el año 2019 es del 30%, y ascenderá a más del 58% para el año 2050, y en el año 2017, cerca del 60% de mayores de 65 años necesitaban ayudas técnicas o personales para las actividades básicas diarias. Como es lógico, este porcentaje aumentará de manera directamente proporcional a la edad.
    Por último, a partir del Ministerio de Trabajo, podemos saber que el importe medio de las pensiones de jubilación fue de 1135 euros al mes en 2019

    Transformando los datos en ingredientes
    Los datos y porcentajes nos muestran la cuantificación de las diferentes perspectivas de una realidad. Vamos a transformarlos en ideas clave para interiorizar su importancia:
    • Aumento de la población con necesidad de ayuda para la vida diaria, y aumento de los años en que debe mantenerse la ayuda.
    • Aumento de la esperanza de vida, pero con mala calidad de ésta (especialmente en los últimos años) y con altas tasas de dependencia.
    • Disminución de los ingresos personales. Cada vez más población necesitará para vivir una ayuda que no puede costearse.
    • Disminución de la capacidad de compra. Cada vez mayor población tendrá unas posibilidades de compra de bienes y servicios más limitadas, lo que choca con las bases de la propia sociedad de consumo (que no deja de ser una burbuja)

    Cocinando el futuro
    Ya tenemos todos los ingredientes, y el resultado no es nada apetecible. No hablamos de un futuro lejano, el problema comienza desde ya y se hará cada vez más visible conforme el envejecimiento de la población vaya cumpliendo las proyecciones esperadas.
    En primer lugar aparece el fenómeno de la soledad, pero también un aumento de las tasas de dependencia, pues se requieren recursos externos de ayuda. Completemos el coctel con una mayor fragilidad personal y una mayor presencia de enfermedades crónicas conforme cumplimos años, y con una merma sustancial de ingresos tras la jubilación (y cada vez con mayores incertidumbres sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones).
    ¿Estamos a tiempo de revertir esta tendencia? ¿tenemos herramientas para mitigar el problema?

    Talleres de Healthy Loneliness en Valencia

    Cayendo hacia el futuro

    Como ya apuntaba al principio del post, lo más sorprendente de este negro futuro es la nula percepción como sociedad de que las cosas van a cambiar, van a cambiar pronto y van a cambiar para mal.
    Tenemos ya delante un aumento de la necesidad y demanda de toda clase de servicios sociales y sanitarios, de recursos de ayuda a la dependencia, que sin embargo nuestros ciudadanos mayores (y nosotros mismos dentro de más o menos años) no vamos a poder costear. El abordaje tiene que ser imaginativo, dado que si optamos por la contracción (reducción de prestaciones, retraso de las jubilaciones. . .) conseguiremos un círculo vicioso que culminará con una paradójica insostenibilidad de los recursos (enfriamiento de la economía, aumento de pensiones por incapacidad. . .), la inequidad en el acceso a éstos y la reducción de la calidad de vida de nuestros ciudadanos más frágiles.

    La imaginación como recurso

    Una de nuestras fortalezas como sociedad es la potencia de nuestras redes interpersonales. Nuestras redes sociales (familia, amigos, vecinos. . . ) han sido capaces de amortiguar los efectos de una década de crisis económica, consiguiendo que la desestructuración social (desigualdad y pobreza) aunque enorme, haya sido menor que en otros países donde la crisis no ha sido tan dura pero no contaban con estas redes informales tan dinámicas.
    No parece descabellado pensar, por tanto, que estas redes de cuidados y atención informal sean capaces de ayudarnos a sobrellevar los cambios que vienen.
    Un ejemplo de esta apuesta imaginativa para luchar contra los tres grandes desafíos -dependencia, pobreza y soledad- se está implementando ya en la ciudad de Valencia.
    El proyecto europeo Healthy Loneliness  trata de luchar contra la soledad a través de la construcción de nuevas redes sociales personales para las personas que viven solas. Este proyecto, en el cual en SABIEN-UPV  colaboramos con distintas entidades municipales en Valencia (Las Naves) , París y Lodz, proporcionará herramientas para hacer frente al sentimiento de soledad, aumentar la autoestima y entender que vivir solo no significa vivir en soledad.
    ¿Y cómo crear estas redes? A través de la participación en talleres que se realizaron en diferentes barrios de la ciudad se buscaba un doble objetivo; alfabetizar y empoderar a las personas en riesgo de soledad sobre diferentes temas prácticos como cocina, economía doméstica o uso de recursos digitales; y crear relaciones de proximidad entre personas que durasen en el tiempo.Taller en Valencia de HealthyLoneliness
    Tras el primer año de actividades, el éxito de la iniciativa está siendo enorme, de manera que éstas van a ampliarse a más barrios de la ciudad. Pero lo más importante, se están identificando entornos, causas, consecuencias y necesidades que, hasta la fecha, no habían sido cuantificadas o, incluso, detectadas por las administraciones.
    Conocer la situación y actuar desde ya con recursos, pero también con imaginación, son las premisas que debemos imponernos para ayudar y proteger a quien más lo necesita. Y queda casi todo por hacer.

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:14 el 9 May, 2019 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: Alfabetización, estudiantes, fisioterapia, Generación Y, redes sociales   

    Redes sociales, generación Z y profesionales sanitarios 

    La semana pasada, mi amiga Raquel Faubel me planteó un gran reto: dar una clase sobre el uso de redes sociales a alumnos de 2º de fisioterapia de la Universitat de Valencia.

    Es decir, hablar de un tema conocido pero a un auditorio nada habitual para mí: gente a la que duplico en edad y de la que, por tanto, me separan varias generaciones de referentes culturales y sociales. De modo que con muchas dudas ¿aba a aburrirles? ¿les interesaría el tema y aguantarían toda una hora de rollo? Para allá que me fui con mi lápiz de memoria en el bolsillo.

    Al entrar en el aula, mis peores temores se vieron materializados. Una sala grande llena hasta las trancas de lo más granado de la generación X. Tras una pequeña encuesta a mano alzada, se puso en evidencia que el uso de unas plataformas u otras es absolutamente generacional. Todos – ¿120? ¿150? – tenían cuenta en Instagram, unos 10 tenían cuenta en Facebook y sólo 3 o 4 usaban Twitter. Y lo que es más importante, ninguno de ellos usaba las redes sociales para temas relacionados con sus estudios.

    Bueno, las cosas fueron estupendamente, estuvieron atentos a la larga presentación (diría que incluso un poco perplejos) y hubo aplauso final y todo, que dado lo que tenía enfrente me supo a vuelta al ruedo y salida por la puerta grande (o a salir victorioso de la Batalla del Abismo de Helm, para los antitaurinos)

    El turno de preguntas me resultó sumamente interesante. Algunos alumnos me comentaron que desconocían que existiera todo un mundo profesional en las redes sociales, que pensaban que Twitter, por ejemplo, se usaba principalmente para discutir de política. Y esto debería darnos que pensar, especialmente si pensamos que la revolución digital ya está hecha.

    Queda mucho camino por recorrer, porque los que serán profesionales –fisioterapeutas, médicos, enfermeros. . .- dentro de muy pocos años van a llegar a encontrarse con su primer paciente sin ser conscientes de que el mundo sanitario ha cambiado, que en buena parte ese cambio se debe a lo digital, y que tendrán que realizar un esfuerzo personal para salvar la cada vez mayor fractura entre las organizaciones sanitarias y la realidad de la calle.

    Ser milennial, o de la generación Z, ser un nativo digital no nos hace nacer con un pan debajo del brazo. Es seguro que los más jóvenes adquieren rápidamente habilidades digitales, pero convertir esas habilidades en capacidades va a resultar tan costoso como en el resto de mortales.

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:00 el 8 March, 2018 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: epidemiología, género, investigación, mujer, sesgos   

    La importancia de llamarse Ernesto (o porqué la Medicina trata mejor a los hombres que a las mujeres) 

    Ernesto, o Francisco, o Pepe. Parece claro que puestos a ponernos enfermos, ser hombre tiene sus ventajas.

    A través de un tweet de la Dra Eva Martín @SFCencuentro  he podido leer el interesante artículo de opinión de Maya Dusenbery @mayadusenbery para el HuffPost, que nos cuenta los diferentes sesgos que las mujeres han sufrido (y cuyo poso aún perdura) tanto en la práctica clínica como en la investigación médica La mayor virtud de este artículo es recordarnos que esas diferencias en la práctica clínica y la investigación aún están presentes:

    • las enfermedades con mayor prevalencia femenina (como las de origen autoinmune) son peor conocidas porque los esfuerzos en la investigación han sido menores
    • los síntomas sentidos y expresados por las mujeres son menos «creídos» y con frecuencia no se consideran causados por dolencias físicas
    • existe menos conocimiento sobre el uso de fármacos en cuanto a su efectividad, dosis y efectos adversos en la poblaciín femenina, ya que en los ensayos clinicos no suelen analizarse las diferencias sobre estos aspectos entre hombres y mujeres

      https://es.freeimages.com/photographer/val-j-41895

      Imagen de Valentina Jori

    La cuestión no es en absoluto nueva y su conocimiento constituye ya un campo de investigación asentado y con un gran número de publicaciones científicas. Lo mejor, que muchas organizaciones están introduciendo mecanismos para corregir dichos sesgos. Lo peor, que muchos de ellos están tan arraigados que persisten en la práctica clínica, y que la falta de conocimiento (fruto de cientos de años de investigación centrada en el hombre) ha llegado hasta nosotros como un agujero de información que necesitará de mucho esfuerzo y dedicación para ser cubierto.

    Para profundizar en el tema tenemos un estupendo libro de Maria Teresa Ruiz (de descarga gratuita) «Sesgos de género en la atención sanitaria» editado por la Escuela Andaluza de Salud Pública y que deberíamos tener como libro de cabecera para no perpetuar los estereotipos, errores, retrasos en el diagnóstico y falta de rigor a la cientos de años de conocimientos basados en el hombre nos han conducido.

     

     

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 13:02 el 24 June, 2013 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: crowdfunding, empoderamiento, , , ,   

    «Que inventen ellos» 

    Es la crisis, pero también lo era antes. Hablamos de la competitividad y del modelo productivo.

    Un mundo globalizado, especialmente en el plano comercial, impone a los estados, las empresas y los individuos, competir por hacerse un hueco. Esta competición puede llevar implícita desigualdades en cuanto a cuestiones como la libertad individual y la protección a los mas desfavorecidos.

    Por suerte, nos ha tocado nacer en el primer mundo y, además, en Europa, donde los ciudadanos tenemos -y queremos seguir teniendo- altas cotas de libertad individual y los estados tienen la obligación de promover el bienestar de la población.

    Esto, ya de entrada, hace que vivamos en entornos productivos mas caros y menos competitivos que países con regímenes totalitarios (léase China, por ejemplo) o con sistemas económicos mas injustos (léase EEUU, donde la enfermedad es la primera causa de bancarrota familiar).

    Como no podemos competir en igualdad de condiciones, el camino es poner en el mercado productos mas sofisticados y de mejor calidad. Innovar, en definitiva. Y para ello es imprescindible emplear importantes recursos en educación e I+D. No podemos fabricar brochas, por ejemplo, al mismo precio que los chinos. Si queremos fabricar brochas tendrán que ser muy buenas o tendrán que ser especiales. Para competir en precios las empresas tendrán que «deslocalizarse» a lugares mas baratos. Para competir en calidad necesitaremos mano de obra cualificada e inversión en investigación y diseño. En este momento, la capacidad de las PYME para llevar a cabo esta inversión está muy disminuida. Sería el momento de que esta tarea fuera soportada por el estado quien, bajo fórmulas diversas, recuperaría esta inversión a medio plazo. Además, ya sabemos, mas ventas, mas empleo, menos subsidios, menos gasto.

    Pues bien, los tiros van en dirección contraria. Estamos optando por el modelo «chiringuito de playa». Para ser competitivos, hagamos trabajar mas y demos menos sueldos. Además, reduzcamos drásticamente la inversión en educación e investigación como si de un gasto superfluo se tratase.

    El gran problema es que estas partidas no son gastos superfluos, sino elementos centrales en cualquier economía moderna. Un recorte en estos campos supone pérdida de las mejores cabezas (no emigran nunca los mas «tontos») y una segura travesía por el desierto durante décadas. Pensemos que se tarda años en poner en marcha y posicionar la investigación de un país. En España hemos tardado unos 15 años. Los investigadores, al igual que los deportistas de élite, no surgen de la nada.

    Que la investigación es un elemento clave en la recuperación económica es un hecho claro para países como Francia, Alemania o EEUU. En España, sin embargo, el gasto público en I+D se ha ido reduciendo desde el comienzo de la crisis regresando al 0´25 del PIB (el mismo que en 1985) y las previsiones hasta el año 2020 son congelar estas partidas.

    Los próximos meses nos mostrarán el devastador efecto de esta política. Si muchos grupos de investigación han tenido que reducir sus líneas y actividades, otros muchos van languideciendo todavía gracias a los proyectos competitivos que han conseguido y que son plurianuales.Cuando éstos finalicen, no habrá nuevos proyectos que los reemplacen, y los grupos se disgregarán.

    El poder ciudadano, una vez mas, es capaz de ofrecer un rayito de esperanza. El crowdfunding aplicado a la investigación, el mecenazgo e, incluso, la participación en los gastos de los ensayos clínicos de los propios pacientes está posibilitando sacar proyectos adelante. De igual manera, otros investigadores utilizan las redes sociales y las posibilidades de Internet para llevar a cabo proyectos colaborativos en su tiempo privado. Hay muchos ejemplos para ilustrar esta esperanza. La Dra Mercedes Serrano en el Síndrome de Lowe, IrsiCaixa en el Síndrome de Fatiga Crónica, la investigación en diabetes con el Proyecto Paula y un largo etcétera.

    Unamuno pensaba que no estábamos hechos para la ciencia. No era eso, era el dinero.

     
  • Vicente Traver

    Vicente Traver 8:36 el 16 November, 2012 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: cancer, , , ,   

    ¡ Algo está cambiando de verdad! GEPAC 2012, un congreso organizado por y para pacientes 

    Llenazo durante inauguracion del congresoAlgo está cambiando. Eso de dar responsabilidad al paciente para que sea consciente de su situación, que se forme, se informe y sea consciente de que puede decidir y no permanecer impasible ante un diagnóstico médico nos lo estamos creyendo ya todos.

    Eso se pudo observar el fin de semana pasado en el VII Congreso Nacional de Pacientes con Cáncer 2012, organizado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer que se celebró en el Palacio de Congresos de Madrid con la presencia de más de 3000 pacientes y familiares de pacientes y donde médicos, ingenieros y personal involucrado en la problemática estuvimos intercambiando opiniones y experiencias de igual a igual sin preguntar si uno era médico, paciente, familiar o ingeniero. ¿ Qué más daba Todos estábamos allí para dar respuesta a las mismas necesidades y hemos de hacerlo conjuntamente.

    Llamó la atención la perfecta organización del congreso, la cantidad de voluntarios de toda España (más de 150), el número de stands de diferentes compañías y asociaciones, una perfecta documentación, entrevistas en radio y en televisión, retransmisión en directo por Internet de un conjunto de ponencias, hashtag,  … A simple vista nadie hubiera dicho que era un congreso organizado por pacientes de una manera totalmente voluntaria y no un congreso médico.

    Desde aquí, felicidades a GEPAC por su brillante congreso y agradecerles la oportunidad que me brindaron de compartir con ellos sus inquietudes acerca de las redes sociales, la infoxicación y cómo poder separar el grano de la paja.

    Por si os interesa, adjunto aquí la presentación que realicé durante el congreso:

    Y las preguntas para el debate, ¿ esto está cambiando de verdad? ¿ Son los pacientes con cáncer un grupo de pacientes más organizado que otros o con acceso a más fondos? Podemos cada uno aportar nuestro granito de arena para este empoderamiento real de los pacientes. ¿ Queremos hacerlo?

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  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:06 el 28 February, 2012 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: ley 1-9-90, ley de los cuidados inversos, ley de murphy, leyes sociales, navaja de hanlon, principio de pareto   

    Tostadas con mantequilla y otras leyes «sociales» 

    En nuestra vida diaria, nos encontramos con situaciones que albergan paradojas o cuyo análisis nos conduce a reflexiones más o menos filosóficas. En ocasiones, estas situaciones se han formulado en forma de “leyes sociales” que, de forma humorística unas veces, y con impacto en las ciencias sociales o la investigación otras, tratan de explicar estos fenómenos, aunque siempre con una buena dosis de ironía.

    Quién no conoce la paradoja de la tostada y la mantequilla, o la ley de Murphy (que ha generado libros enteros de corolarios y pensamientos ingeniosos). Pero no todos los fenómenos responden a la ley de Murphy. Aquí os dejamos algunas de las más famosas.

    Ley de Murphy es una forma cómica de explicar los infortunios: “Lo que pueda salir mal, saldrá mal«,  en realidad es la Ley de Finagle de los Negativos Dinámicos.

    Hace unos años, un estudio científico demostró que, realmente, el que la tostada caiga hacia abajo depende de la altura de la mesa. (Matthews, Robert. Tumbling toast, Murphy’s Law and the fundamental constants. En: European Journal of Physics.  Vol. 16, Nr. 4, 18 de julio de 1995, p. 172–176).

    El principio (o la navaja) de Hanlon dice: «Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez». Es decir, las cosas no suelen hacerse a mala fe, por muy desastrosos que sean los resultados.

    La Navaja de Ockham, principio de economía o principio de parsimonia (lex parsimonia), es un principio metodológico y filosófico atribuido a Guillermo de Ockham (12801349), según el cual cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta. Dicho de otro modo, la explicación mas sencilla suele ser la correcta

    La Ley de Sturgeon deriva de una cita del escritor de ciencia-ficción Theodore Sturgeon: «Nothing is always absolutely so», lo que traducido de forma libre nos dice que nunca algo es completamente blanco o negro.

    El Principio de Pareto se ha aplicado a la política y la Economía. Trata de describir como los bienes naturales y la riqueza mundial se distribuyen e forma desigual. Mostró cómo en una población, el 20% dispone del 80% del poder político y económico, mientras el 80% restante solo dispone del 20% de la riqueza. Este principio se ha aplicado a la accesibilidad a los servicios: sólo el 20% de la población consume el 80% de los recursos.

    En sanidad, algunos aplican el principio de Pareto a la hiperfrecuentación de las consultas en la sanidad pública (ese 20% consume el 80% del tiempo disponible). También estaría relacionado con la ley de los cuidados inversos.

    Ley de los cuidados inversos, enunciada en 1971 por J.T. Hart de la siguiente manera: La ley «La disponibilidad de una buena atención médica tiende a variar inversamente a la necesidad de la población asistida. Esto … se cumple más intensamente donde la atención médica está más expuesta a las fuerzas del mercado, y menos donde la exposición esté reducida».

    La Ley de Hofstadter, formulada por Douglas Hofstadter establece de forma humorística que “una tarea siempre lleva más tiempo del esperado, incluso si tienes en cuenta la Ley de Hofstadter

    El Efecto Hawthorne es un sesgo intrínseco a los estudios experimentales con sujetos (por ejemplo, los ensayos clínicos) que se produce por un cambio en la conducta de éstos por el hecho de saber que se participa en un estudio.

    La Ley del 1-9-90 (o viceversa) establece que en una tarea colaborativa, un 1% lleva el peso de la acción, un 9% contribuye y el 90% restante observa. Esto es completamente aplicable a las comunidades online, y ocurre con independencia de su temática y tamaño. En el año 2006 un interesante informe de Jakob Nielsen se hacía eco de este fenómeno. De modo que no os asustéis si ponéis en marcha alguna iniciativa en Internet y el 90% de entradas corren a cargo del 1% de los usuarios. No es que lo estéis haciendo rematadamente mal. Son  las leyes universales de la participación.

    Y por último, uno que me encanta. El Principio de Peter o Principio de la máxima incompetencia. Acuñado por Laurence J. Peter, dice lo siguiente: “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”. Quiere decir que en una organización, si alguien es altamente eficaz en su puesto recibe una promoción tras otra hasta que su nuevo puesto exige más que lo que puede dar, y a partir de entonces permanece en ese cargo para siempre. Esto ocurre en organizaciones altamente jerarquizadas, y dicha jerarquía se basa en cargos y no en competencias. De este modo, adquirir nuevas competencias o “ascender” actúa como gratificación. Así, el proceso contrario supone “descender” y se trataría de un castigo, por lo que no suele producirse.

    Como vemos, hay leyes para todos los gustos. La mayoría de ellas son aplicables en Sanidad y seguro que te sientes identificado con alguna. Nos encantará que nos lo cuentes!.

     
  • Vicente Traver

    Vicente Traver 18:42 el 4 November, 2011 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: big blue test, , diabetes, Manny, ,   

    La gran prueba azul 

    Muchos de nosotros conocemos a Manny Hernández (@askmanny en Twitter) y de su magnífica labor al frente de la Diabetes Hands Foundation. Es por eso que no me he podido resistir a dedicar un post a la Gran Prueba Azul. Si con ello hemos logrado que una persona más se sume o conozca la Gran Prueba Azul, me doy por satisfecho. Es por ello que con unas pequeñas modificaciones de estilo, os reenvío la información de Manny.

    La Gran Prueba Azul es un programa de concientización de diabetes iniciado por la organización sin fines de lucro Diabetes Hands Foundation y se lleva a cabo del 1 al 14 de noviembre, fecha en la cual se celebra el Día Mundial de la Diabetes. La campaña refuerza la importancia de realizar actividad física para el control de la diabetes. Se invita a las personas con diabetes realizar la Gran Prueba Azul entre el 1 de noviembre y el 14 de noviembre a media noche:

    – medir su glucosa

    – realizar actividad física

    – medirse nuevamente

    – compartir el resultado en GranPruebaAzul.org.

    La página web almacenará todos los datos recibidos en vivo. En los últimos dos años, solamente 14 minutos de ejercicio resultaron en una reducción en los niveles de glucosa en sangre entre 15 y 20 por ciento.

    En 2010, más de 2.000 personas hicieron la Gran Prueba Azul y más de 120.000 personas vieron el video promocional de la Gran Prueba Azul. Roche Diabetes Care, fabricantes de productos y servicios ACCU-CHEK®, financió la producción del video y ayudó a asegurar su éxito mediante una donación de US$0.75 por cada una de las primeras 100.000 vistas del video, resultando en una donación total de US$75.000. Este donativo proporcionó insulina e insumos a más de 2.000 personas con diabetes en paises en vías de desarrollo.

    Este año, según el número de personas que hagan la Gran Prueba Azul, se recibirá un nuevo donativo de Roche Diabetes Care que beneficiará a más de 8,000 personas con diabetes. Cinco organizaciones sin fines de lucro que brindan ayuda a pacientes con diabetes en áreas con necesidad y con alta incidencia de diabetes en los  Estados Unidos recibirán  US$10.000 cada una, y otros US$25.000 apoyarán el programa Life for a Child (Vida Para un Niño) de la Federación Internacional de Diabetes en América Latina.

    «Haz ejercicio para ayudarte- y así ayudarás a alguien que realmente necesita insumos vitales,” comentó Manny Hernández, presidente de la Diabetes Hands Foundation. “¡Únete y ayúdanos a difundir esta información para ayudar a otros 7.999!”

    Uno de los grupos que recibirá ayuda gracias a La Gran Prueba Azul será la Clínica Médica Moundville en Alabama. Esta clínica ofrece servicios de salud a una población necesitada en el condado Hale, una zona rural de Alabama. En este condado la prevalencia de diabetes es elevada y los residentes viven con niveles bajos de educación, dificultades económicas importantes, falta de medios de transporte y la destrucción que dejaron a su paso los tornados en 2011.

    “La ayuda a través de La Gran Prueba Azul nos permitirá ofrecer pruebas gratuitas, educación en diabetes y consejos de nutrición saludable a personas que no tienen los acceso a ello, incluyendo personas afectadas por los tornados,” dijo Heather Whitley, directora del programa de diabetes de la clínica.

    Visita GranPruebaAzul.org antes de media noche hora del Pacífico el 14 de noviembre de 2011 para realizar la Gran Prueba Azul. Comparte la experiencia y ayúdanos a tocar la vida de 8,000 personas con diabetes que necesitan nuestra ayuda.

    El video donde se puede ver la promoción de este año, con subtítulos en español está en http://www.youtube.com/watch?v=mSeA7f1iYlQ mientras que en Twitter, el hashtag es #bigbluetest

    Podéis ver además en la propia página de http://www.tudiabetes.org una reflexión del gran Miguel Angel Mañez (@manyez) sobre Manny y sus cinco historias aquí.

    Buen fin de semana!

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 13:25 el 26 October, 2011 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: ciudadano, genio, mercado, , sanidad, servicios   

    De gallinas y huevos. 

    Hace unas semanas, Doris Casares planteaba en Diario Médico una antigua pero interesante cuestión. “¿Qué fue primero, los medios sociales o el cambio de hábitos en la sociedad?”.
    Me gustaría hacer la pregunta de forma más genérica. ¿Qué va primero, el desarrollo tecnológico o el avance social?
    La experiencia nos hace pensar que son los cambios sociales los que permiten que los avances tecnológicos tarden más o menos en aceptarse. Existe eso que ha venido en llamarse “madurez del mercado” que resulta necesario para que un producto alcance el favor del público. Hay multitud de ejemplos (desde el GPS a la pintura de Van Gogh) sobre cómo determinados avances han quedado aparcados durante años hasta que, sin saber porqué en un momento determinado obtienen un gran éxito.
    La conclusión es que si eres demasiado genial. Demasiado rupturista, estarás adelantado a tu tiempo y, probablemente, no consigas fondos para desarrollar tus ideas, o bien te mueras de hambre si tiene que vender tus cuadros. Es posible que, muchos años después, alguien te descubra y diga “era un genio”. Genialidad y éxito probablemente sean conceptos incompatibles.
    Como vemos, eso de la madurez del mercado, o la capacidad de la sociedad para incorporar un producto nuevo, es un fenómeno multifactorial que limita la innovación. Seguramente ya están diseñados los televisores o las aplicaciones demóticas que aparecerán en las tiendas dentro de unos años. ¿Cuándo lanzarlos al mercado? Las empresas saben que de esta decisión probablemente dependa el éxito o el fracaso de sus productos.
    En Internet, este ciclo de producción es mucho más rápido y, además, muchas aplicaciones incorporan desde el inicio la experiencia de usuario. Es el concepto de beta (usado, sin ir más lejos, por Google) que va retocando, añadiendo y quitando, según las preferencias de los propios usuarios.
    No obstante, también son famosos los patinazos (pongamos también de ejemplo a Google y su Google Health) y los proyectos que fracasan porque se adelantan demasiado.
    Aun así, las redes sociales no surgieron de la nada. Los foros y BBS se organizaron y en cuanto los lenguajes de programación lo permitieron, dieron paso a las comunidades virtuales y a los “grupos de Internet” que no eran sino redes sociales vinculadas fuertemente a un tema específico.
    A partir de aquí, surge Geocities en el 2004, en forma de agrupación de comunidades o pueblos.
    La innovación posterior probablemente no sea tecnológica. La novedad consiste en no organizar a los miembros en torno a los temas, sino al contrario. Este concepto del usuario como centro tarda nada menos que 10 años, pero Facebook encuentra el él el éxito, y posteriormente todas las demás aplicaciones que hoy conocemos.

    Parémonos un momento porque aquí está el elemento clave, aunque en sanidad no hayamos acabado de interiorizarlo.

    El ciudadano es (debe ser) el centro del sistema sanitario, y en torno a él deben organizarse los servicios y la información. Pero este ciudadano también tiene otros intereses que probablemente le resulten más importantes. Tiene su familia, su trabajo, le gusta el futbol e ir a recoger setas. ..
    Es por esto que cuando la salud constituye un área de interés más, como son los canales relacionados con ella en Facebook y Twitter, más accede el usuario. Uno no es diabético, o hipertenso, o busca información sobre alimentación saludable las 24 horas del día. Sin embargo cuando la enfermedad altera la pirámide de intereses y prioridades de las personas (porque su pronóstico es malo, producen incapacidad, afectan a familiares próximos. . .) es cuando se utilizan las redes específicas sobre dicho tema, porque ofrecen apoyo, filtran la información, enseñan habilidades, muestran recursos y un largo etcétera.

    Si queremos llegar a nuestros pacientes, tengamos en cuenta sus prioridades. Creo que esto es una premisa básica para diseñar una web pero también para llevar una consulta.

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 9:53 el 12 September, 2011 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: crisis, gestión sanitaria, productividad, recortes sanitarios,   

    Menos es menos. 

    Esperando los recortes.

    Esperando los recortes.

    Yo repostaba en la gasolinera que está junto a mi centro de salud. Un día llegué y tuve que ponerme unos guantes, y comenzar la consulta con olor a gasoil en las manos. Por supuesto, redujeron personal y en vez de dos empleados, dejaron solamente al encargado de cobrar. Productividad que diría la Merkel.

    Otro día fui a mi banco. Tenía que pagar un curso, y se me acababa el plazo. Descubrí un papelito en el que se me informaba que, para recibos no domiciliados, disponía de un amplio horario de ocho horas mensuales. Además, si quería actualizar mi libreta, al cajero, aunque acabase de pasar por ventanilla. Por supuesto, redujeron el personal y hoy solo hay una caja abierta. Productividad que diría la Merkel.

    Desde entonces reposto en una gasolinera en la que me llenan el depósito, porque aún no han reducido plantilla. En cuanto al banco, todavía no he encontrado una entidad en la que, a cambio de mi alma, no me muestren papelitos con horarios imposibles.

    Y me siento bien de poder reaccionar como usuario -bendita competencia-, no porque mi conciencia social esté muy desarrollada, sino porque evito que me ofrezcan menos servicios por el mismo precio. Aquí está la esencia de la cuestión, porque mis dos ejemplos no suponen un aumento de la productividad, sino una merma en los servicios.

    A diferencia de la industria, aplicar en las empresas de servicios el paradigma de la productividad tiene un mas difícil amarre. Y es que el equivalente a ponerse uno mismo la gasolina, sería vender los coches sin faros. No creo que los alemanes vendiesen muchos (o si, según el precio del coche). Redúzcanme el litro de gasoil, y yo me pensaré si me lleno el depósito yo mismo.

    Pues la sanidad pública, y aquí enlazo con lo que realmente me interesa, es una empresa de servicios.

    Empezamos a estar entumecidos de tanto remojarnos la barba, y ver cómo se acerca la tijera a modo de péndulo de Poe. Cataluña está mostrándonos el camino de lo que nos espera tras el 20-N.

    Que los recortes son necesarios parece un hecho indudable, pero dónde recortar es harina de otro costal. No olvidemos que la sanidad no es territorio virgen. La cacareada sostenibilidad ha ido generando continuos recortes, mas o menos encubiertos, que se han materializado en forma de decretazos, subempleo, contratos-programa, áreas de gestión integradas, incentivos por objetivos, falta de sustituciones, provisionalidad, etc, etc. Y esto era en época de vacas gordas.

    Pero demos un vistazo al panorama que tenemos. Una población que progresivamente envejece y, por tanto, aumenta sus necesidades sanitarias y sociosanitarias. Un gasto farmaceutico que supone buena parte del sistema sanitario. Una medicina garantista, polimedicadora y, en cierto modo, defensiva. Un sistema sanitario que gasta en curación, agudos y medicina hospitalaria -en vez de prevención, crónicos y Atención Primaria-, una organización donde la información no fluye, burocratizada, y enquistada en una visión del individuo como un conjunto de aparatos y sistemas, donde la opinión del paciente y la rehabilitación y reintegración de la persona enferma brillan por su ausencia.

    No parece que esta visión sea compatible con los recortes, sino mas bien lo que pide a gritos es un cambio en el sistema. Desburocratización, potenciación de la independencia del paciente y el autocuidado, integración de los cuidados en torno al individuo, prevención. ¿Nos suena?. Si casi huele a redes sociales!. Observatics hace también una interesante reflexión a este respecto.

    Pero la tijera -el péndulo-, acabará recortando servicios, porque aquí no es tan sencillo cambiar de banco o gasolinera, y acabará recortando la atencón ambulatoria (Atención Primaria, Atención especializada extrahospitalaria), porque los hospitales son grandes dinosaurios, difíciles de mover pero con sus propios mecanismos de autoprotección.

    Aceptemos que quizá haya que hacer recortes en sanidad, pese a que lo que nos viene a la mente son coches oficiales, diputaciones, asesores. . . Y tras aceptar pulpo, pidamos que se nos explique cómo van a reducir gastos manteniendo todos los servicios. Porque es posible que si pensamos en población, y no en individuos, entendamos que hay que hacer menos cirugía en ancianos, o menos trasplantes, o disponer de unas urgencias mas reducidas, o que nuestros niveles de colesterol sean mas altos. Lo que no deberíamos aceptar es que nos vendan eso de que nos gastamos menos, pero no lo vamos a notar.

    Y si queremos que menos sanidad no sea menos salud, ¿Donde debería entonces recortarse?. Pues ideas hay El primer lugar debería ser la burocracia. Y esto es relativamente fácil. No hablamos aquí de datos clínicos ni de imágenes radiológicas. Hablamos de agendas, peticiones, volantes. . .algo para lo que la informática ha demostrado ser tremendamente efectiva.

    Compartir la información debería ser el segundo eje. Pruebas, interconsultas, medicaciones innecesarias porque ya se hicieron, porque ya no hacen falta, porque el conocimiento al que se quiere acceder ya se tiene pero no es accesible.

    Potenciar los servicios cercanos al paciente debería ser el tercer eje. Dotar a la Atención Primaria de los recursos necesarios para la prevención, promoción y asistencia efectiva. Poner en marcha un modelo que quiso ser y no pudo ser.

    Un último factor, considerar la mayoría de edad de los pacientes. Darles herramientas para el autocuidado y evitar su dependencia del sistema. Desmedicalizar la vida, que no hace falta ser electricista para cambiar una bombilla.

    No invento nada. hay cabezas pensantes mejores que la mía, e informes de todo tipo que, desde el Abril, son concordantes en la medidas a tomar.

    Y sin embargo. . .

    Vamos a estar atentos a las noticias de las próximas semanas, y deseo firmemente equivocarme de plano. Ojala.

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 10:07 el 19 May, 2011 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , ciudadano implicado, modelo sanitario, spanish revolution   

    Acampados 

    La leyenda cuenta que Arquímedes dijo sobre la palanca: «Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo», y va y Licklider se inventa eso de que los ordenadores pueden formar una red, y aqui empieza todo. . .

    Estaba yo escribiendo , hace unas semanas, el borrador de lo que debía ser una entrada sobre la necesidad del «empogüerment» ciudadano, cuando una pila de tareas urgentes aterrizó sobre mi mesa. Visto lo visto, hubiera resultado profética. O no tanto.

    Para todos los que, de una manera u otra, pertenecemos a lo que hemos convenido llamar «blogosfera sanitaria» , no puede resultarnos extraño que la necesidad de participar en las decisiones, que hace ya tiempo percibimos en algunos de nuestros pacientes, no sea sino la extensión de una necesidad mayor, que incluye aspectos tan importantes de nuestra vida como la política (entendiendo esta como la capacidad de decidir no ya sobre nosotros, sino nuestro entorno).

    Para mi ver expresada esta necesidad, de manera inequívoca, supone una gran tranquilidad. Me explico: al  hablar del paciente emancipado como impulsor de un nuevo modelo, siempre me aparecía la duda de si no se trataría de despotismo ilustrado, de un nuevo paternalismo dospuntocérico. Veo hoy que no, que esa necesidad de algunos ciudadanos de tomar las riendas es una necesidad sentida, aunque aún mal articulada y expresada.

    Y como fondo, el abismo que se abre entre una inteligencia colectiva, colaborativa, que surge de la interacción y la comunicación, posibilitada por la tecnología, contra unas organizaciones e instituciones que aún no son capaces de entender la necesidad de cambio, o con unas estructuras tan rígidas que les impiden moverse con los tiempos.

    Las movilizaciones de estos días, es cierto, son todo menos homogeneas, pero se caracterizan por exigir la emancipación política del ciudadano, su mayoría de edad. No se trata de un movimiento antisistema, sino mas bien antimodelo, pues precisamente lo que piden es el poder para participar en la toma de decisiones, sin ceder éste a través de un voto que, a modo de cheque en blanco, entrega a las organizaciones (que no a las personas) toda la faceta política de la vida. Así, actualmente, para participar de forma efectiva en la vida pública  hay que entrar en unas organizaciones y desarrollar en ellas una carrera política, escalar en la organización y profesionalizar nuestra actividad. Luego se ofrece al ciudadano unas listas cerradas de «todo o nada», donde no hay una persona cercana al ciudadano a quien votar y a quien pedir explicaciones sobre sus decisiones. ¿quien es mi diputado autonómico, el diputado nacional al que fue a parar mi voto?, ¿cómo me comunico con el?.

    Estoy seguro que la mayoría de políticos son bienintencionados, y están dispuestos a dejarse la piel por los ciudadanos. Pero también estoy convencido de que no entienden absolutamente nada de lo que está pasando. Y eso que los guiños al mundo de Internet han sido continuos en esta campaña electoral (nubes de términos en los carteles, canales en redes sociales. . . ). Pero eran solo guiños, recursos de los publicistas, que si llevan tiempo moviéndose por estas aguas.

    Y así, sean de derechas o de izquierdas, no entienden que ya muchos ciudadanos no quieran un modelo en el que otro toma todas las decisiones (doctor, me pongo en sus manos; señor diputado, usted sabe lo que me hace falta; . . .), y no lo quieren ahora, cuando una mayor participación directa es posible.

    El porqué se está produciendo este movimiento en España es lo que quizá mas me lama la atención. Quizá en Francia, que ya tienen tradición y libro-manifiesto. . . Quizá en Alemania, con mayor conciencia social (al menos, antes de que Ángela lo redujese todo a cenizas). . .Grecia, Portugal, Irlanda, con el estado intervenido. . . Pero ¿en España?

    Miremos un poquito hacia atrás. Esa capacidad de auto-organización y movilización es muy nuestra, y siempre se ha producido pero sólo ante un gran revulsivo (pantanada en Valencia, «manos blancas», «nunca mais» y chapapote, 11-M y dias post atentado, terremoto en Lorca. . . Son iniciativas expontaneas (aunque luego se hayan instrumentalizado algunas, oficializado otras). Y en cada una de ellas la gente se ha movilidad con las posibilidades de la época: teléfono, correo electrónico, cadenas de SMS.

    Lo novedoso del movimiento democraciarealya es que no surge ante un desencadenante concreto, sino ante una situación mas coyuntural. Vamos ya por dos o tres «generaciones perdidas» consecutivas, que no pudieron beneficiarse de los años de vacas gordas, pero sobre quienes recaen las recetas neoliberales para solucionar la crisis del neoliberalismo. Y no hay que olvidar que es ahora cuando tenemos la tecnología que permite estar informado, comunicarse y movilizarse.

    Durante años, el flujo vertical de la información nos ha hecho creer que la cultura árabe es incompatible con la democracia, o que el fenómeno ni-ni surge del adocenamiento. Congratulémonos de que no sea así.

    ¿Cual será el recorrido de este movimiento?, ¿acabará instrumentalizándose?.

    De momento, contar con ciudadanos que quieren implicarse, debe ser un motivo suficiente de satisfacción. Esperemos que esta exigencia, sirva de escusa a organizaciones e instituciones para iniciar el cambio.

    Mi percepción es que el espíritu se extenderá en breve por Europa (¿o no se iniciaron realmente en Bélgica, bajo un modelo muy similar?. Aunque los ciudadanos de cada estado tienen sus propias motivaciones y características, el viento de cambio es global, y se desarrollará allí donde las personas sena capaces de estar conectadas.

    Si el Departamento de Defensa de EEUU hubiera podido prever el futuro, jamás hubiera liberado el arma mas poderosa jamás concebida: Internet.

    Movimiento "democracia real ya"

    Movimiento "democracia real ya"

     
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