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  • Vicente Traver

    Vicente Traver 1:43 el 3 April, 2011 Enlace permanente | Responder  

    ¿Menos es más? 

    Inicio aquí mi singladura conjunta con Nacho Basagoti en este blog que pretende combinar (revolver o agitar, como diría alguno de los James Bond) las ideas de un médico y un teleco, que aunque se conocen y trabajan en el ámbito de la telemedicina y la e-salud desde hace más de 10 años, todavía no ‘tienen un pensamiento único’ sino que se enriquecen con la visión del otro, con las aportaciones de los compañeros de trabajo y con vuestros comentarios.menos es mas?

    Comienzo con algo políticamente incorrecto y de ello va el título ( y no de que Nacho ya lleve 3 entradas y ésta sea mi primera :-). Estamos en un entorno en el que todos queremos más de todo y lo queremos cerca de nosotros: queremos que nuestro barrio/pueblo tenga piscina, biblioteca, centro de atención primaria, instalaciones deportivas y si puede ser, un gran hospital. Y si nos acabamos de centrar en el ámbito sanitario, queremos que nuestros médicos nos atiendan todo el tiempo que sea necesario, que no tengamos que esperar a nuestro médico en la consulta o sufrir listas de espera ante cualquier operación.  Y si no es así, nuestro carácter lo paga con el médico, con el gerente o con el político de turno.  Y puede que tengamos nuestro punto de razón pero señores, también tenemos nuestros deberes y entre ellos se encuentra el de hacer un uso diligente y eficiente de los servicios sanitarios que tenemos a nuestra disposición, servicios que por cierto se encuentran en todas las CCAA en una grave situación económica.

    ¿Tiene sentido la Nueva Fe? ¿Tienen sentido los 7 nuevos hospitales de Madrid? ¿Tienen sentido los nuevos hospitales que se están abriendo en diferentes lugares de España? A todos nos gusta tener un gran hospital cerca de casa, pero seamos conscientes del coste que implica no sólo su construcción (a modo de ejemplo, la Nueva Fe 383 millones de euros) sino también el mantenimiento posterior asociado (personal, equipos, infraestructuras,…) La respuesta fácil y bonita sería que sí, que se han construido para dar la respuesta a las necesidades sanitarias de la población pero nos hemos planteado qué es lo que necesita la población y cuál es la forma más eficiente de cubrir esas necesidades?

    La otra respuesta, la más complicada de asumir, ya la estamos viendo en Cataluña, con recortes presupuestarios, eliminación de planes de choque y con listas de espera más largas.

    Y por ello planteo …

    ¿Menos hospitales implica que nos plantearemos mejor si acudir o no a un hospital cuando tengamos un catarro?

    ¿Menos hospitales implica que se va a dedicar un mayor esfuerzo presupuestario a primaria y a la integración de los procesos asistenciales entre los diferentes niveles (y no me refiero a la integración informática)?

    ¿Menor porcentaje de subvención de los medicamentos a nivel general implicará que serán gratuitos para aquellos que realmente los necesitan?

    ¿Menos recursos disponibles en esta crisis a todos los niveles va a provocar que todos los profesionales sanitarios hagan (muchos ya lo están haciendo) un esfuerzo por optimizar los recursos y priorizar?

    Lanzo las preguntas pero no escondo la lengua y mi respuesta es que en estos casos, menos es más.

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:49 el 29 March, 2011 Enlace permanente | Responder
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    La Blogosfera sanitaria y el mito de la caverna. 

    La literatura y los malos historiadores, nos han hecho creer que la innovación puede surgir de la nada, en lo que podríamos llamar «efecto seta». Quienes tuvimos la suerte de tener en el aula a Jose María López-Piñero, sabemos que las cosas nunca ocurren así: ni en el caso de Cajal, ni tampoco en la Blogosfera Sanitaria.

    Para que el conocimiento y la innovación irrumpan en un área y momento determinados, es necesario que exista un caldo de cultivo, y son necesario pioneros que consigan crear ese clima favorable.

    En nuestro caso, los pioneros de Internet para la Salud han sido muchos y, tal y como hoy ocurre, encabezados por médicos de familia y pediatras. Consiguieron usar sus aplicaciones en la consulta, abrirse hueco en los congresos médicos (eso si, en las peores horas para que las sesiones tuvieran público), y hacer oir su voz en aquellos lugares donde alguien les escuchase. No voy a citar a nadie, porque la memoria es injusta y mis canas recientes. A algunos los conoceis, porque siguen en primera fila, sin ropas de gurú pero tirando del carro. En esta época la SEIS, con sus muchas virtudes y sus muchos defectos, fué la única organización real. El correo electrónico y las listas de distribución impidiero, seguramente, congregar de un modo mas eficiente a un colectivo tan atomizado. De aquellos mimbres vino esta blogosfera, y es necesario no olvidarlo.

    Y si el primer congreso supuso una toma de conciencia, un año después todos somos mas sabios, y nos sabemos menos solos. A partir de aquí, ¿cómo enfocar este segundo encuentro?. Creo que todos tenemos la percepción de que las cosas están cambiando pero, ¿lo están haciendo?.

    Me explico. Nuestro colectivo debe estar formado por unas 2.000 personas (tirando de largo) entre profesionales sanitarios, documentalistas, gestores, periodistas y algunas otras hierbas. Todos asumimos los mismos principios básicos (medicina participativa, herramientas colaborativas, necesidad de cambios organizativos. . ), estamos interconectados (twitter, facebook, linkedin. . . ), consumimos la información que generamos (blogs, medios «amigos») y además estamos dispuestos a evangelizar a todo aquel que se cruce con nosotros ;-). En definitiva, si hablásemos de otras cosas, seríamos una secta.

    Superar esta barrera «grupal» quizá debería ser ahora una de nuestras prioridades. Abrirnos a la crítica, demostrar mas que convencer, generar valor, plantear alternativas concretas. . . Uff, una larga lista de tareas. Lo mejor es que la mayoría ya están empezadas. Lo peor es que aún seguimos hablando de nosotros, que cómo vemos la realidad, de la realidad que nos parece que cambia.

    Pero los datos son obstinados. Nos parece que las cosas están cambiando a mayor velocidad de como realmente lo hacen, y es porque es cierto que cada vez somos mas y nos conocemos mejor. Dos de cada tres hospitales no tienen una simple web. Los datos de ObservaTICS son obstinados.

    Tengamos claro que ni Internet ni los medios sociales son capaces de cambiar el sistema por si solos, pero son la palanca de cambio para mover el mundo. Y el mundo acabará moviéndose. Podemos esperar a que las cosas caigan por su propio peso, que la tecnología ocupe su lugar de forma natural, y que el sistema sanitario cambie ante la necesidad de sostenerse. Habremos perdido entonces una década de oportunidades, y nos encontraremos en el furgón de cola de los países de nuestro entorno.

    En Junio tenemos el II Congreso de la Blogosfera Sanitaria y este segundo encuentro estará enfocado, precisamente,  en «potenciar la calidad, responsabilidad social y autorregulación, rol y fin social de los blogs, necesidad de investigación en torno a este fenómeno, la necesidad de evaluar nuestro impacto, la irrupción de nuevas tecnologías. . »

    La cosa promete. Ya nos conocemos. Constituimos un grupo con un impresionante capital humano, y un potencial imparable. Vamos a darle forma.Segundo Congreso Blogosfera Sanitaria

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 12:12 el 22 February, 2011 Enlace permanente | Responder
    Etiquetas: , motivación,   

    Motivar: entre memes y diretes (1) 

    Lo que nos hace levantarnos de la cama

    Lo que nos hace levantarnos de la cama.

    Resulta sorprendente observar cómo a veces, nos asaltan ideas difusas, poco estructuradas, casi sensaciones, que poco a poco se van concretando, hasta quedar reducidas a una sola palabra. Después nos descubrimos asombrados, topando una y otra vez con esa idea –casi mágica- que resume todo. Aparece destacada en la portada del periódico, la oímos en una tertulia de la radio, un amigo la coloca en la presentación que nos manda.. .

    Esa palabra clave, conjuro, premonición  y síntesis, pugna por salir y nos martillea hasta que le damos forma, hasta que volvemos a desplegarla e infectamos a los demás con la idea que ella encierra.

    Todo esto me ha ocurrido con “motivar”, de forma que permitidme que os contagie.

    motivar:

    1. tr. Dar causa o motivo para algo.

    Todos necesitamos encontrar motivos para hacer las cosas. A medio camino entre persuadir y arengar, motivar a los demás  es un arte sobre el que se han escritos montañas de libros enfocados a cualquiera de los ámbitos del ser humano y, muy especialmente, al mundo laboral.

    Aprovechar al máximo las capacidades de las personas, supone ganancias en eficiencia (productividad, como se dice en las empresas), pero también beneficios para aquellos que ven un sentido a lo que hacen, se ven apoyados en el empeño, y perciben un crecimiento personal en su tarea.

    Los médicos vamos desarrollando, de forma práctica, cierta habilidad para conseguir que nuestros pacientes se cuiden, hagan ejercicio o tomen la medicación. Esta es una tarea gratificante, pues ofrece frutos de manera casi inmediata, nos obliga a establecer lazos personales, y nos dimensiona mas allá de un papel de “técnicos” o “gestores” de la salud.

    Pero, además de nuestra vocación de servicio y nuestros pacientes, ¿Quién nos motiva a nosotros?.

    Esta claro que no se trata de dar palmaditas en la espalda, aunque a todos nos gusta que se nos reconozca lo que hacemos bien, y ese reconocimiento se verbalice.  El caso es que no es muy común recibir mensajes motivadores por parte de nuestras empresas sanitarias (públicas o privadas), y creo que la mayoría de nosotros podríamos relatar a vuelapluma, los estímulos desmotivadores que tenemos sobre nuestra mesa: burocratización, masificación, inexistencia de metas, estructuras rígidas, inexistencia de mecanismos de participación, falta de respaldo ante los conflictos. . .

    Parece claro que esta situación no es beneficiosa para los profesionales, pero indudablemente tampoco parece deseable para cualquier organización. Entre las causas, una falta de profesionalización en la gestión y dirección de los recursos humano , pero también una dificultad intrínseca al manejo de unos profesionales con altísima cualificación.

    En este último sentido, la fantástica intervención de Beatriz Muñoz-Seca en el último TedSOL Madrid el pasado  octubre, fue refrescante y clarificadora. Los médicos no somos mano de obra sino “cerebro de obra” y gestionar en el siglo XXI es, fundamentalmente, hablar en plural.

    Visto lo visto,  los profesionales de la salud estamos mostrando nuestro carácter innovador, sacando lo mejor de nosotros mismos fuera del ámbito de nuestras propias empresas.  Bendito Internet y benditas redes sociales que nos permiten desarrollarnos y crecer.

    Aun así, mantengo la esperanza. Señores gestores, estoy dispuesto a que me entusiasmen y me seduzcan. ¿Tienen idea de cómo hacerlo?

     
  • Ignacio Basagoiti

    Ignacio Basagoiti 13:10 el 15 February, 2011 Enlace permanente | Responder
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    Blogosféricos e integrados: comienza nuestro viaje. 

    Botadura del acorazado España en 1912

    Nos bebemos el cava. botamos el barco e iniciamos el viaje!!

    Llevábamos tiempo (bueno, sí, mucho tiempo) dándole vueltas a esto de tener un blog. Siempre ha habido trabajo urgente, tareas pendientes, y toda esa montaña de imprevistos que hacen que, a veces, lo realmente importante vaya quedando aparcado.

    En este intervalo, han ido ocurriendo cosas que nos parecen realmente significativas. El primer hito fue gripe y calma. Un grupo de blogueros sanitarios tuvieron una idea, la pusieron en práctica, y crearon una voz alternativa pero autorizada que compitió con la información oficial sobre la Gripe A.

    El segundo hito, y quizá mas revelador, fue el I Congreso de la Blogosfera Sanitaria. En junio del año pasado, blogueros, twitteros y todas las razas de profesionales nos juntamos en Madrid en algo que resultó ser el Woodstock sanitario.  En este inédito encuentro  de médicos, enfermeros, farmacéuticos, periodistas, documentalistas, informáticos, economistas, todos aquellos que teníamos nuestra pequeña voz en Internet nos descubrimos como personas reales, que compartíamos intereses similares y, lo que es mas importante, que nuestras voces unidas podían resonar con fuerza, crear opinión y cambiar las cosas en el mundo real.

    Se trató de una revelación, de una toma de conciencia que ya ha comenzado a dar sus frutos en iniciativas basadas en la imaginación y la colaboración. “Internet en la consulta. . .”, “Manifiesto de Abla” y “Mi vida sin ti” son solo los primeros y vacilantes pasos.

    En cuanto a nosotros, hace nada menos que hace 10 años decíamos cosas como ” la universalización del acceso a internet ha posibilitado la aparición de una nueva cultura: la COMUNICACIÓN GLOBAL, que está haciendo tambalearse conceptos históricamente sedimentados como espacio físico, distancia, fronteras, intimidad e, incluso, propiedad intelectual, pero no teníamos ni idea de cuan acertados estábamos. WikiLeaks, Egipto o Alex de la Iglesia son buenos ejemplos de dónde nos encontramos, y cómo el mundo “oficial” no termina de enterarse.

    Evidentemente, no era una profecía, ni tenemos una bola mágica. Las claves ya estaban ahí, de igual modo que podemos preveer por donde irán los tiros en los próximos años (uff, esperamos que tiros precisamente no), pero de esto ya hablaremos más adelante.

    Siguiendo con el tema, mucho ha y está cambiando, y mucho queda por moverse aún. Plantearnos hacer otro blog de salud, a estas alturas, puede resultar  para algunos más de lo mismo. Y sin embargo. . .

    Es cierto que Vicente y yo tenemos la suerte de poder expresar nuestras ideas en foros, medios, reuniones. . . pero aunque somos privilegiados en este aspecto, echamos de menos un espacio personal para contar preocupaciones, opiniones, y poner en limpio todas esas ideas que terminan desapareciendo cuando no se escriben.

    Escribiremos nuestra “salud colaborativa” para nosotros, sobre todo para nosotros, con mucha humildad y ganas de aprender. Esperamos, no obstante, que pueda interesaros.

    Nuestra “Salud colaborativa” comienza compartiendo espacio. Un teleco y un médico, ¡quien sabe que puede salir de aquí!.

     
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